Hasta este momento, siempre que la ruta me lo ha permitido y yo he tenido conocimiento suficiente de las alternativas he intentado hacer las variantes más duras, no por querer hacer ninguna penitencia, simplemente porque estos tramos más duros compensan con paisajes más espectaculares o, cuando menos, más desiertos.
Debo decir que mi intención, a estas alturas del camino, es continuar con este criterio, aunque como explico más adelante esa decisión pueda tener consecuencias no deseadas.
Así pues, inicio esta etapa que preveía de una dureza similar a la etapa 6, en la que crucé los Pirineos por la Portella Blanca; la realidad es que esta etapa resulto mucho más dura que aquella, la distancia recorrida fué similar (algo menor), también eran menores tanto los km de subida y totales como la altura alcanzada (aunque similares), pero la bajada, como explico más adelante, fué demoledora.
Comienzo a subir por el mismo camino (de bosque cerrado) por el que ayer llegué a L'Hospitalet pres l'Andorre, cuando llego al punto en el que debo girar a la derecha para adentrarme en el valle que se inicia delante aprovecho para hacer esta foto en la que se ve L'Hospitalet pres l'Andorre allí abajo
Recuperadas fuerzas y hecha la foto continúo por el valle hacia adelante hasta llegar al Etang de Besines, aunque realmente no es un lago sino un pequeña presa construida en ese enclave lo cual no le resta belleza (al fondo, juesto a la izquierda de la cima redondeada está mi punto de paso al otro lado)
El camino bordea este embalse por la derecha para ascender hasta el Refuge de Besines desde donde aprovecha para realizar una foto de este valle
Pero no nos podemos demorar demasiado disfrutando del paisaje, ya voy algo tarde respecto a lo previsto y es probable que a partir de las 17h el tiempo se complique, de modo que debo intentar cruzar la Portella de Besines lo antes posible, de modo que continúo subiendo (al fondo ya se adivina la Portella)
Finalmente llego a la Portella y aprovecho para hacer una foto de todo el valle ascendido (a los pies se ve el nevero que he debido rodear para llegar)
En la Portella está el correspondiente indicador y una cosa curiosa, a pesar de que hacía bastante viento y de que no había ni una flor (normal por la altura), el paso estaba lleno de abejorros, había decenas de ellos volando sobre las piedras (quizás 100 o más)
Hasta llegar a este punto pensé que lo más dificil ya había pasado, ahora solo queda bajar, pero cuando miré por dónde había que bajar la sensación fué terrible, pensé que lo duro no hacía más que comenzar y os puedo asegurar que no me equivoqué
Desde este punto quedaban unos 9km de bajada, de los cuales la mayor parte se hace por terreno de pedreras o caminos pedregosos, hay pocos tramos de camino que pudiésemos decir "cómodo", la mayor parte de la bajada se va pisando piedras y aristas, o piedra suelta en bajadas bastante directas con el consiguiente riesgo de resbalar y caer. En definitiva, la bajada fué un verdadero infierno, aproximadamente a la mitad de la bajada ya tenía un dolor de pies bastante fuerte debido a la distancia recorrida sobre las aristas de las piedras; además cuando me quedaban unos 2/3 km empezó a dolerme una rodilla (la de la pierna "buena", sin duda por el sobreesfuerzo realizado), estos últimos kilómetros fueron terribles, cada paso me provocaba más dolor que el anterior, acabé la etapa cojeando de forma evidente tras casi 9h de caminata.
No obstante el mal recuerdo de este tramo también habían zonas que merecían ser visitadas, como el Etang l'Etagnas
o la cascada Saut du Nabreil Cascade
Como de costumbre, los datos estadísticos
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